LordBalmun
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Argentina fue absolutamente superada por Lituania y perdió 104-85 por los cuartos de final del Mundial. Jugará desde mañana por el quinto puesto.
El sueño argentino en tierras turcas tuvo un final de pesadilla. Cientos de hinchas con gorros, banderas, vinchas y camisetas celestes y blancas que llegaron cantando al estadio Sinan Erdem se fueron en silencio y con un sabor de boca muy diferente al que disfrutaron dos días atrás ante Brasil. Lituania ganó 104-85 con una actuación inolvidable, clausuró toda expectativa de volver a ver a la Selección en las semifinales de un gran torneo (Mundial o Juegos Olímpicos) y llega en el pico de motivación para el choque de invictos ante Estados Unidos, el sábado por un lugar en la final.
Duele perder así cuando la ilusión es tan grande. Argentina no había jugado hasta aquí el mejor básquetbol que este equipo supo mostrar en sus momentos de máximo esplendor, pero había mostrado mucho oficio para llevar casi todos los partidos al terreno que más le convenía y ahí mostrarse contundente. Ahora queda el consuelo de jugar por el quinto lugar. Claro que no es lo que este equipo vino a buscar aquí, pero sería la mejor manera de olvidar lo que pasó esta noche. No es una deshonra luchar por lo que queda. Mañana viene Rusia y el premio de volver a ganar será tener una chance de quedarse con el quinto puesto, que no es poco.
El sueño argentino en tierras turcas tuvo un final de pesadilla. Cientos de hinchas con gorros, banderas, vinchas y camisetas celestes y blancas que llegaron cantando al estadio Sinan Erdem se fueron en silencio y con un sabor de boca muy diferente al que disfrutaron dos días atrás ante Brasil. Lituania ganó 104-85 con una actuación inolvidable, clausuró toda expectativa de volver a ver a la Selección en las semifinales de un gran torneo (Mundial o Juegos Olímpicos) y llega en el pico de motivación para el choque de invictos ante Estados Unidos, el sábado por un lugar en la final.
Duele perder así cuando la ilusión es tan grande. Argentina no había jugado hasta aquí el mejor básquetbol que este equipo supo mostrar en sus momentos de máximo esplendor, pero había mostrado mucho oficio para llevar casi todos los partidos al terreno que más le convenía y ahí mostrarse contundente. Ahora queda el consuelo de jugar por el quinto lugar. Claro que no es lo que este equipo vino a buscar aquí, pero sería la mejor manera de olvidar lo que pasó esta noche. No es una deshonra luchar por lo que queda. Mañana viene Rusia y el premio de volver a ganar será tener una chance de quedarse con el quinto puesto, que no es poco.
Clarin