Buonanotte no descarta cambiar de camiseta si no le dan continuidad. “Necesito jugar y sentirme útil”, contó el Enano y admitió “un par de conversaciones”.
Habrá jugado su último partido con la camiseta de River? Hoy la respuesta a esa pregunta podría ser justamente dos signos de pregunta. Está condicionada. Pero la decisión ya la tomó: “Yo necesito jugar. Si no tengo la chance o voy a estar en la misma situación que ahora, prefiero buscar otro rumbo”. Diego Buonanotte sabe lo que quiere “para estar bien en lo anímico y en lo personal”. Ese “necesito sentirme útil” que repite una y otra vez se traduce en jugar, en tener continuidad y confianza. Por eso, el Enano le pone un pero a su futuro. Dice que le gustaría hacer la pretemporada con River, quedarse y jugar, aunque no es terminante. La puerta está abierta para una posible salida. “Hay un par de conversaciones, pero no conmigo, lo llamaron a mi papá”, blanqueó en el programa 100% River.
No fue un año fácil para Buonanotte. En pocos días se cumplirán 12 meses del accidente que marcó su vida personal y profesional. Recién pudo volver a jugar en el final del Clausura, de la mano de Cappa, con quien luego no tuvo la mejor relación. Llegó López y recién fue titular ante Lanús. Encima, debió soportar los agravios de los hinchas, ese grito de “asesino” que tanto le dolió al principio y que ya se lo toma hasta con gracia, según contó. Con la pelota, le costó recuperar su nivel y, sobre todo, la confianza. “Cuando Jota Jota me preguntó cómo me sentía para jugar le dije ‘sin confianza’, porque cuando estás en el banco y no entrás, perdés seguridad. Hoy mi confianza es muy baja. Fue un año muy malo. Tengo que dar vuelta la página”, derrochó sinceridad.
El primer capítulo del nuevo libro que pretende escribir el Enano se titula paternidad. Su novia está en la dulce espera y quiere que esa gran noticia sea el punto de partida para que también cambie su vida profesional. “No estoy apurado por saber qué voy a hacer”, aclara como para que quede claro que si hay algo que desea es que la revancha, el volver a ser el de antes, sea con la camiseta de River, donde ya pasó 11 años y aún le quedan cuatro y medio del contrato contrato que le firmó Passarella: “Le debo mucho a River. También a Passarella y Turnes, que son de las pocas personas en las que confío dentro del mundo del fútbol. Quiero charlar con ellos para saber en qué situación voy a arrancar la pretemporada”.