River se llevó el superclásico en el Monumental merecidamente y volvió a ganar después de siete partidos, con un cabezazo de Maidana, que le grito el gol en la cara a los hinchas de boca.
En Boca, muchos creen que puede ser la despedida de Borghi, independientemente del resultado en el superclásico. Llegó debilitado a Núñez, después de dos discusiones con jugadores y sin el respaldo que tenía antes de los líderes del plantel.
Los dirigentes quieren que siga hasta diciembre. Porque no hay plan B. Sin embargo, muchos en Boca creen que éste será el último partido de Borghi como técnico del club, salga como salga. ¿Causas? El c´redito que perdió entre los jugadores, el desgaste que tuvo en estas últimas horas. Eso quedó demostrado el sábado cuando Lucchetti se le plantó (también el lunes discutieron fuerte) y lo mismo cuando Viatri, al enterarse de que no era titular, reaccionó. Tuvo un cara a cara el delantero con el entrenador, quien le preguntó si prefería ir al banco o quedar fuera de los concentrados.
La verdad se sabrá horas después del partido, porque al técnico le pidieron que no se vaya en el Monumental, sobre todo si llega a perder otra vez. Lo cierto es que la continuidad del Bichi es el tema del que se habló en Boca en las últimas horas previas al clásico. Borghi llegó debilitado a Núñez, en lo futbolístico y en la relación con los jugadores, que ya no lo bancan como tiempo atrás. Ni el 10, quien lo respaldó cuando no jugaba, hoy
saldría a pedir que siga el Bichi, como en otros tiempos.
Bandera river:
Los hinchas de River desenvolvieron una bandera enorme para recibir a sus jugadores. El trapito es nuevo, tuvo su estreno en el partido contra Boca.
Dicen que Racing tiene la más grande, dicen que la de Rosario Central es aún mayor, dicen que la de Sergio Agüero que apareció en la tribuna de Independiente se asemeja, Boca también tiene una enorme. Pero...
En el superclásico apareció una bandera gigante para recibir a sus jugadores en el Monumental. River no viene bien, pero sus hinchas se la jugaron con un tremendo trapo.
Riquelme:
Riquelme sintió una molestia y enseguida le pidió el cambió a Borghi, pero recién salió en el entretiempo. El 10 venía de diez días sin fútbol, recuperándose de una dolencia. Casi no la tocó.
Riquelme quería jugar. Y jugó. Después de una previa en la que ni hizo fútbol, en la que se estuvo recuperando de una dolencia con la que terminó el partido contra Argentinos, su regreso tras casi medio año. Pese a que sólo realizó trabajos físicos en la semana y pasó mucho por kinesiología, Borghi le hizo caso y puso al 10. Sin embargo, desde el comienzo que no se lo vio cómodo a Riquelme.
Tardó más de cinco minutos en tocar la primera pelota y, además, enseguida hizo un gesto hacia el banco pidiendo el cambio. Ahí empezó a hacer el calentamiento previo Pochi Chávez, ya que el 10 no se sentía bien. Sin embargo, finalmente en ese primer tiempo Riquelme se quiso quedar en la cancha. A diferencia de su regreso diez atrás, esta vez participó poco del juego y no tuvo peso en los primeros 45 minutos. Sólo se lo notó encendido cuando le pidió a Baldassi un penal a Palermo, después de un centro de Mouche. Después, en el PT, nada del 10, acostumbrado a romperla en los superclásicos.
Tan mal anduvo Riquelme en el primer tiempo que en el ST ni salió a jugar (entró Chávez). Claro, sintió el hecho de no haber hecho un trabajo fuerte durante diez días y no se pudo recuperar bien de la tendinitis. Para Riquelme, que acostumbraba a romperla en los superclásicos, fue el peor superclásico de su vida.
En Boca, muchos creen que puede ser la despedida de Borghi, independientemente del resultado en el superclásico. Llegó debilitado a Núñez, después de dos discusiones con jugadores y sin el respaldo que tenía antes de los líderes del plantel.
Los dirigentes quieren que siga hasta diciembre. Porque no hay plan B. Sin embargo, muchos en Boca creen que éste será el último partido de Borghi como técnico del club, salga como salga. ¿Causas? El c´redito que perdió entre los jugadores, el desgaste que tuvo en estas últimas horas. Eso quedó demostrado el sábado cuando Lucchetti se le plantó (también el lunes discutieron fuerte) y lo mismo cuando Viatri, al enterarse de que no era titular, reaccionó. Tuvo un cara a cara el delantero con el entrenador, quien le preguntó si prefería ir al banco o quedar fuera de los concentrados.
La verdad se sabrá horas después del partido, porque al técnico le pidieron que no se vaya en el Monumental, sobre todo si llega a perder otra vez. Lo cierto es que la continuidad del Bichi es el tema del que se habló en Boca en las últimas horas previas al clásico. Borghi llegó debilitado a Núñez, en lo futbolístico y en la relación con los jugadores, que ya no lo bancan como tiempo atrás. Ni el 10, quien lo respaldó cuando no jugaba, hoy
saldría a pedir que siga el Bichi, como en otros tiempos.
Bandera river:
Los hinchas de River desenvolvieron una bandera enorme para recibir a sus jugadores. El trapito es nuevo, tuvo su estreno en el partido contra Boca.
Dicen que Racing tiene la más grande, dicen que la de Rosario Central es aún mayor, dicen que la de Sergio Agüero que apareció en la tribuna de Independiente se asemeja, Boca también tiene una enorme. Pero...
En el superclásico apareció una bandera gigante para recibir a sus jugadores en el Monumental. River no viene bien, pero sus hinchas se la jugaron con un tremendo trapo.
Riquelme:
Riquelme sintió una molestia y enseguida le pidió el cambió a Borghi, pero recién salió en el entretiempo. El 10 venía de diez días sin fútbol, recuperándose de una dolencia. Casi no la tocó.
Riquelme quería jugar. Y jugó. Después de una previa en la que ni hizo fútbol, en la que se estuvo recuperando de una dolencia con la que terminó el partido contra Argentinos, su regreso tras casi medio año. Pese a que sólo realizó trabajos físicos en la semana y pasó mucho por kinesiología, Borghi le hizo caso y puso al 10. Sin embargo, desde el comienzo que no se lo vio cómodo a Riquelme.
Tardó más de cinco minutos en tocar la primera pelota y, además, enseguida hizo un gesto hacia el banco pidiendo el cambio. Ahí empezó a hacer el calentamiento previo Pochi Chávez, ya que el 10 no se sentía bien. Sin embargo, finalmente en ese primer tiempo Riquelme se quiso quedar en la cancha. A diferencia de su regreso diez atrás, esta vez participó poco del juego y no tuvo peso en los primeros 45 minutos. Sólo se lo notó encendido cuando le pidió a Baldassi un penal a Palermo, después de un centro de Mouche. Después, en el PT, nada del 10, acostumbrado a romperla en los superclásicos.
Tan mal anduvo Riquelme en el primer tiempo que en el ST ni salió a jugar (entró Chávez). Claro, sintió el hecho de no haber hecho un trabajo fuerte durante diez días y no se pudo recuperar bien de la tendinitis. Para Riquelme, que acostumbraba a romperla en los superclásicos, fue el peor superclásico de su vida.