El local ganó 2-1 y sumó los mismos puntos que México pero con peor diferencia de gol. Por primera vez en la historia de los mundiales, la selección anfitriona no superó la primera ronda
Si sólo hubiera sido cuestión de ganar y esperar un resultado, Francia habría encarado con mayores esperanzas el choque con Sudáfrica que cerró el Grupo A.
Pero la interna que explotó luego de la derrota frente a México caló hondo en el plantel, a punto tal que hubo un desafectado -Nicolas Anelka- y tres "borrados" por el entrenador Raymond Domenech: el capitán Patrice Evra y los experimentados Eric Abidal y Florent Malouda.
Así, el equipo galo lució como un león herido en los primeros minutos del encuentro y salió decidido a hacerse dueño de la pelota, obligando al equipo local a replegar sus líneas.
Pero la ilusión no tardó en desmoronarse: a los 20 minutos, Khumalo aprovechó una distracción del fondo francés y, de cabeza, marcó el 1-0 a la salida de un córner.
La desesperación del equipo de Domenech se estrelló, como si hiciera falta, con el rigor del árbitro colombiano Oscar Ruiz, quien interpretó que Gourcuff le aplicó un codazo a un rival y le mostró la tarjeta roja a los 25 minutos de juego.
El subcampeón del mundo quedó reducido y se notó en el desarrollo del juego. El conjunto africano se hizo dueño absoluto de la pelota y salió a liquidar el pleito. A los 37 encontró el premio, aunque con una carambola. Mphela capturó una pelota que quedó boyando en el área y definió con el arco prácticamente vacío para el 2-0.
Con ese resultado se fueron al descanso los jugadores. Los sudafricanos seguramente habrán recibido allí la noticia de la victoria parcial (que luego sería definitiva) de Uruguay sobre México y por lo tanto sabían que no quedaba otra: había que conseguir una victoria más abultada. Apenas dos goles lo separaban de los octavos de final...
En efecto, el elenco de Carlos Parreira fue en busca del tercero y en los primeros cinco minutos tuvo dos aproximaciones. Primero, Parker hilvanó una buena acción individual y remató a las manos del arquero Lloris.
Después, Mphela fue perfectamente habilitado por Tshabalala y definió cruzado, pero el palo le negó el grito de gol.
Increíblemente, el equipo local bajó el ritmo y empezó a darle espacios a Francia, que llegó al descuento a los 24 minutos, después de una buena combinación entre Ribery y Malouda, quien venció la valla de Josephs.
No había nada más por hacer. Francia y Sudáfrica evidenciaron su insuficiencia. Jugaron para México y se rindieron. Quedarán para la anécdota el papelón de los Bleus y una actuación de los Bafana Bafana que, sin dejar de ser digna, hizo un guiño a la historia: nunca un equipo local había sido eliminado de un Mundial antes de octavos de final.
Formaciones iniciales:
Sudáfrica: Josephs; Gaxa, Khumalo, Mokoena y Masilela; Modise, Sibaya, Letsholonyane y Tshabalala; Pienaar; Mphela. DT: Carlos Parreira.
Francia: Lloris; Sagna, Gallas, Abidal y Evra; Diaby y Gourcuff; Govou, Ribéry y Malouda; Gignac. DT: Raymond Domenech.
Árbitro: Oscar Ruiz (Colombia). Cancha: Estadio Free State (Bloemfontein).
Fuente[/center]
Si sólo hubiera sido cuestión de ganar y esperar un resultado, Francia habría encarado con mayores esperanzas el choque con Sudáfrica que cerró el Grupo A.
Pero la interna que explotó luego de la derrota frente a México caló hondo en el plantel, a punto tal que hubo un desafectado -Nicolas Anelka- y tres "borrados" por el entrenador Raymond Domenech: el capitán Patrice Evra y los experimentados Eric Abidal y Florent Malouda.
Así, el equipo galo lució como un león herido en los primeros minutos del encuentro y salió decidido a hacerse dueño de la pelota, obligando al equipo local a replegar sus líneas.
Pero la ilusión no tardó en desmoronarse: a los 20 minutos, Khumalo aprovechó una distracción del fondo francés y, de cabeza, marcó el 1-0 a la salida de un córner.
La desesperación del equipo de Domenech se estrelló, como si hiciera falta, con el rigor del árbitro colombiano Oscar Ruiz, quien interpretó que Gourcuff le aplicó un codazo a un rival y le mostró la tarjeta roja a los 25 minutos de juego.
El subcampeón del mundo quedó reducido y se notó en el desarrollo del juego. El conjunto africano se hizo dueño absoluto de la pelota y salió a liquidar el pleito. A los 37 encontró el premio, aunque con una carambola. Mphela capturó una pelota que quedó boyando en el área y definió con el arco prácticamente vacío para el 2-0.
Con ese resultado se fueron al descanso los jugadores. Los sudafricanos seguramente habrán recibido allí la noticia de la victoria parcial (que luego sería definitiva) de Uruguay sobre México y por lo tanto sabían que no quedaba otra: había que conseguir una victoria más abultada. Apenas dos goles lo separaban de los octavos de final...
En efecto, el elenco de Carlos Parreira fue en busca del tercero y en los primeros cinco minutos tuvo dos aproximaciones. Primero, Parker hilvanó una buena acción individual y remató a las manos del arquero Lloris.
Después, Mphela fue perfectamente habilitado por Tshabalala y definió cruzado, pero el palo le negó el grito de gol.
Increíblemente, el equipo local bajó el ritmo y empezó a darle espacios a Francia, que llegó al descuento a los 24 minutos, después de una buena combinación entre Ribery y Malouda, quien venció la valla de Josephs.
No había nada más por hacer. Francia y Sudáfrica evidenciaron su insuficiencia. Jugaron para México y se rindieron. Quedarán para la anécdota el papelón de los Bleus y una actuación de los Bafana Bafana que, sin dejar de ser digna, hizo un guiño a la historia: nunca un equipo local había sido eliminado de un Mundial antes de octavos de final.
Formaciones iniciales:
Sudáfrica: Josephs; Gaxa, Khumalo, Mokoena y Masilela; Modise, Sibaya, Letsholonyane y Tshabalala; Pienaar; Mphela. DT: Carlos Parreira.
Francia: Lloris; Sagna, Gallas, Abidal y Evra; Diaby y Gourcuff; Govou, Ribéry y Malouda; Gignac. DT: Raymond Domenech.
Árbitro: Oscar Ruiz (Colombia). Cancha: Estadio Free State (Bloemfontein).
Fuente[/center]