El primer paso es el reconocimiento por parte del afectado que se está <<enganchado>> y estar verdaderamente motivado para dejar el hábito. Podemos cuestionarnos si lo que se pretende es una abstinencia completa o bien un uso adaptativo de los servicios de Internet. Algunos signos de alerta son; la comprobación compulsiva del correo electrónico y la inversión de mucho tiempo y dinero en servicios on line.
Internet también ofrece grandes facilidades para la comunicación, que pueden captar los escasos recursos de aquellas personas menos dotadas para esta actividad. Resulta llamativo el gran número de personas que colocan sus anuncios pidiendo establecer relación vía email con cualquier persona. ¿No ocultarán estos anuncios importantes dificultades para relacionarse en la vida real?, ¿No podrá tratarse de personas con autoconceptos devaluados, que pueden empezar de nuevo en el ciberespacio?
La mayor parte de personas que buscan ayuda por su elevado uso de los recursos de la red lo hacen por indicación de sus jefes (recordemos que el derecho al anonimato no incluye las comunicaciones cuando se realizan desde el puesto de trabajo, por ello es posible monitorizar el tiempo de conexión y la naturaleza de los lugares visitados). Las personas que podemos sospechar que tienen problemas con Internet no se conforman con revisar si tienen correo electrónico, una o dos veces al día, o bien navegar durante una o dos horas como hacen la mayor parte de usuarios. Se conectan cada vez que pasan cerca de su ordenador, revisan su email de 20 a 30 veces al día y pueden permanecer conectados a la red durante más de ocho horas al día.
El mejor tratamiento debería ser la prevención de este tipo de problemas. En los grandes sistemas corporativos o universitarios no resulta difícil establecer mecanismos del tiempo de conexión de los diferentes usuarios, por lo que se considera factible realizar intervenciones precoces ante aquellos usuarios que realizan las conexiones más largas y frecuentes. No obstante deberá establecerse claramente en que condiciones se produce la conexión y las necesidades reales del usuario, por lo que recomendamos una actitud de exquisita prudencia.
En el medio personal y familiar debe confiarse en la propia sensatez de los usuarios, sin embargo pueden ser de ayuda los programas que monitorizan la conexión y que permiten programar alarmas cada cierto tiempo. También resultaría de gran interés un programa que se dedicara a controlar la duración de las sesiones, informando periódicamente al usuario y que, eventualmente, pudiera incluso interrumpir la conexión.
Los sujetos más proclives a sufrir problemas de este tipo son, una vez más, aquellos que ya presentan déficits específicos en sus habilidades de relación y comunicación. Por este motivo no debemos perder de vista el hecho de que muchos hipotéticos adictos no lo son más que de forma sintomática ya que su conducta en la Red rápidamente se normalizaría en el caso de mejorar las dificultades que parece estar soslayando el ciberespacio. De este modo, los adictos al IRC o al email, pueden mejorar súbitamente en el momento en que sus necesidades de comunicación en la vida real aumenten o bien cedan las circunstancias que las restringen. Esto suele ocurrir con frecuencia en personas autistas o con síndrome de Asperger.
Los problemas con Internet aparecerán en el momento en el que sus usuarios deben sacrificar actividades rutinarias (estudios, relaciones sociales, actividades laborales) para permanecer conectados o bien robar horas al sueño. A partir de ahí sus calificaciones escolares o rendimiento laboral disminuyen, muchas veces están demasiado cansados para acudir a sus obligaciones diurnas o bien para realizar sus deberes después de haber invertido parte de la noche en la Red. Algunos sujetos no se conforman con reducir el número de horas de sueño o de actividades, sino que llegan a eliminar comidas.
Existen dos factores que justifican el hecho de que los adictos no puedan permanecer sin conectarse:
El entretenimiento.
La comunicación.
Internet ofrece una inagotable fuente de entretenimiento, ya sea en el sentido más estricto del término, o bien satisfaciendo la curiosidad de sus usuarios. Sin embargo ello no es suficiente para mantener conectada a una persona durante prolongados períodos de tiempo. La mayor parte reconoce como escribiendo o tecleando se expresan mucho mejor que con la comunicación persona a persona, a ello hay que añadir la ventaja de poder crear un personaje a la propia medida y convertirse en el yo ideal de uno mismo.
Wikipedia te dice el tratamiento, leelo.
También hacé este test LINK y contanos como te fué.